Alejandro Reyes Abad

Su padre jugó muchos años en el ACB, sus hermanos menores juegan y como no, él también.  Álex Reyes tiene baloncesto en su sangre y como detalle, mide dos metros.  Una buena receta para llegar lejos en el mundo de las canchas, quizás, pero otras cosas que tiene Álex son una cabeza bien amueblada y la determinación de seguir trabajando.  En mi opinión, el actitud de uno mismo puede ser más valioso que la genética.  Los que llegan lejos en sus disciplinas suelen ser los que son capaces de aguantar las tormentas, se levantan cada mañana con ganas de más y los que siguen trabajando, sin prisa pero sin pausa.  Y así ejecuta Álex Reyes, hasta llegar a jugar en el ACB y a terminar la carrera que empezó unos ocho años atras.  Constancia en su mejor forma.