Llamado a una nueva vida
Conexión Interior-Ps. Francisco Carmona - A podcast by Francisco Carmona Romero

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La palabra resurrección significa levantarse, es un llamado para que aquellos que han perdido la esperanza y se han sumado en la tristeza y la oscuridad, vuelvan a sus actividades con ánimo, generosidad y disposición para la entrega, el servicio y la vida plena. Donde Dios está presente todo tiene sentido, nada cae en el vacío, ni la muerte ni el pecado tienen dominio. Todo es transformado por La Luz de un nuevo amanecer, por la oportunidad de comenzar de nuevo. La resurrección nos muestra que las espinas clavadas en la frente del hijo de Dios han sido transformados por el amor en azucenas. Dios aceptó la humillación del genero humano porque era lo único posible que un corazón herido podía ofrecer; a cambio, nos ha entregado la vida por que es lo único que Él tiene para ofrecer. Donde decimos Vida entendemos también amor, compasión, bondad, servicio, perdón. Solo vive quien esta en consonancia con lo que Dios ofrece, todo lo demás es andar sin aliento, como cadáveres que se mueven pero no tienen alma ni espíritu. Donde Dios esta presente, todo desborda alegría. La resurrección es la celebración de la vida y el reconocimiento de que el pecado, el odio, el sin-sentido han llegado a su final. Dios nos ha revelado, una vez más, la grandeza de su amor. La encarnación nos ha dejado ver la cercanía de Dios, Él camina con nosotros, junto a nosotros. La Resurrección nos muestra que nada ni nadie puede herir el amor con el que Dios nos ama, nos acoge y nos cura. La vulnerabilidades De Dios manifestada en la Cruz es, también la fortaleza del amor. El amor solo tiene sentido en la entrega, en la seducción, en el dejarse habitar por el Amado. La realidad que el pecado desfiguro, nuestra consciencia de hijos de Dios, la resurrección la restaura. Somos uno con Dios. La celebración de la resurrección está asociada a nuestro despertar del sueño, estamos unidos a Dios, no separados de Él. Comenzamos con la Resurrección un tiempo de tomar consciencia de la divinidad de nuestro ser, de su proceso de transfiguración y especialmente, de permitir que sea el Espíritu Santo quien nos guíe a partir de esta nueva etapa en nuestra vida, en nuestra historia y, sobretodo, en nuestra relación con Dios y los hermanos. Dice un autor: “la resurrección, dicho llanamente, es la superación de la muerte o el triunfo sobre ella. Es un volver a despertar o renacer; un cambio de parecer con respecto al significado del mundo. Es la aceptación de la interpretación del Espíritu Santo con respecto al propósito del mundo y la aceptación de la Expiación en uno mismo”. Lo anterior, nos invita a tener presente que, la mente errónea ha sido superada y la verdad ha encontrado su lugar en nuestra existencia: el amor nos transfigura porque nos devuelve a nuestra verdadera y auténtica esencia. Lo que nace del amor es, esencialmente, amoroso. Otro autor señala: “la resurrección es el fin de los sueños de aflicción y la jubilosa consciencia del sueño final donde el pecado es vencido y se reconoce la obra del Espíritu Santo en nosotros. Es el reconocimiento de los dones de Dios. Es el final del sueño, es el despertar en el que el cuerpo opera perfectamente, al no tener otra función que la comunicación de la manifestación del amor De Dios en la creación entera. Todo ha sido creado por amor y para el amor. Lo que existe encuentra su sentido y función en el amor. En Cristo resucitado se revela que “somos todo el amor que puede existir en el Universo” Francisco Carmona