Coches de delincuentes: De Al Capone a El Vaquilla

El Garaje Hermético de Máximo Sant - A podcast by Máximo Sant

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¡Ojo! Que en estos podcast no hablamos de robar coches para revender, sino de robar coches para “uso propio”, entendiendo por “uso propio” robar, asesinar, descuartizar o pasear por tus “territorios” … y, llegados el caso, darse a la fuga. Los delincuentes no tienen escrúpulos… pero, en lo que se refiere a coches , por lo general si tienen buen gusto. Vamos a hacer un recorrido por delincuentes de todo tipo, desde mafiosos a “quinquis” pasando por capos de la droga, atracadores y asesinos en serie… Por fortuna para mí, todos muertos, porque me preocupaba que alguno se enfadase si hablaba mal de él. Cuando, por ejemplo, vas a robar bancos, necesitas un coche para darte a la fuga… eso está claro, pero no te vale cualquiera. Tiene que ser un coche con capacidad para toda la banda, que tenga un rápido acceso, para subir y bajar sin perder el tiempo y que sea rápido y manejable, para escapar de tus perseguidores. Al menos, más rápidos que los coches de la policía… y en el vídeo… ¡voy a contar un chiste! En esta “selección”, tenemos invitados de todo el Mundo pero que son “hijos de su madre” pero tres son productos “Made in Spain”. Y es que en la España de la transición nació el fenómeno “quinqui”. ¿Qué es un “quinqui”? Según la RAE: “Persona, generalmente de origen marginal, que vive de cometer pequeños actos delictivos”. A finales de los 70 nace en España el llamado “Cine Quinqui” que, en este caso, la Wikipedia define muy bien como “cine que narra las vivencias y las aventuras de delincuente de estrato social muy bajo, siempre jóvenes o muy jóvenes, y que han alcanzado la fama por los delitos cometidos”. Algunos de sus protagonistas están en esta lista y si os interesa el asunto, creo que valdría la pena hacer un vídeo de “Los coches, protagonistas del cine quinqui” … Vamos con nuestros 10 delincuentes y coches elegidos. 1. Al Capone. Cadillac Town Sedán (1928). “Usted puede conseguir más con una palabra amable y una pistola, que lo que se puede con solo una palabra amable”. Esta era la filosofía de Alphonse Gabriel Capone, alias “Al Capone”. Su coche era un Cadillac Town Sedan de 1928 fue el más usados por este capo descendiente de italianos. La explicación es sencilla: Es un coche lujoso, con un blindaje de acero de 1.300 kg totalmente inmune a las balas, cristales de 2,5 cm de espesor y un motor V8 341 de 110 CV con tres velocidades. 2. Bonnie & Clyde y su Ford Model V8 (1932). “Mientras tenga aire en mis pulmones, le seguiré agradeciendo el coche tan genial que usted ha fabricado”, palabras de Bonnie dedicadas a Henry Ford. ¿Cómo unos ladrones pudieron apostar por un coche tan lujoso? Porque este modelo fue el primer V8 relativamente económico del mercado, con un motor denominado “flathead” de 60 CV. Aunque seguramente lo robaron… 3. Bruce Reynolds: Ford Lotus Cortina (1963). ¿Os acordáis del atraco al tren de Glasgow? Se considera el robo más espectacular del siglo XX. Y Bruce Reynolds fue el alma de este asalto. En la madrugada del 8 de agosto de 1963 un grupo de 17 delincuentes llevaron a cabo el mayor robo a un ferrocarril británico de la historia. ¿Qué papel jugó el flamante Ford Lotus Cortina del cerebro de la banda? Sirvió, entre otras cosas, para esconder el equivalente a unos 6 millones. 4. Charles Manson: Ford Falcon (1959). El “Terror de California” y probablemente el asesino en serie más famoso de la historia de todos los tiempos. La vida de Charles Manson parece una película de suspense e incluye drogas, estrellas de rock… ¡incluido un integrante de los Beach Boys!, una secta, un brutal asesinato múltiple y, como no, un coche… un Ford Falcon del año 59 . 5. Enoch “Nucky” Johnson. Rolls Royce Silver Ghost (1919). Antes de inventarse “Las Vegas”, Atlantic City era la capital del juego internacional y consiguió ser una de las pocas ciudades que eludió la Ley Seca entre 1919 y 1933. Y todo gracias al “Rey”, a Enoch “Nucky” Johnson que paseaba por sus dominios a bordo de un Rolls-Royce, el Silver Ghost, que aparcaba en la puerta de su “casa”, entre comillas, el noveno piso del hotel Ritz-Carlton de la ciudad. 6. El ”Jaro”. Chrysler 150 (1979). A José Joaquín Sánchez Frutos nadie le conocía por su nombre… para todos era “El Jaro”. Ya os hemos hablado del llamado “cine quinqui”, y os vamos a hablar de la secuela de "Perros callejeros". La apertura de esta película es una espectacular persecución entre un SEAT 124 camuflado de la policía y un Chrysler 150. Sólo por esta persecución vale la pena ver la película. 7. Pablo Escobar. Blue Wartburg (1985). Este coche tiene el “mérito”, también con comillas, de ser el primer coche que Pablo Escobar se compró con el dinero del tráfico de drogas. A éste le seguirían muchos más, hoy expuestos en la que era su Hacienda Nápoles –una mansión en Antioquía, símbolo del éxito del Cartel de Medellín–, como un modesto Renault 4, con el que realizó sus primeros viajes a Ecuador, o alguno de los Toyota Land Cruiser que compró para sus acólitos para poder hacerse con cualquier terreno escarpado de Colombia. 8. Ted Bundy. VW Escarabajo (1968). Este Escarabajo conducido por Theodore Ted Robert Cowell Bundy, mejor conocido como “Ted” Bundy, fue cómplice necesario para transportar a las víctimas del asesino. Estaba modificado para facilitar a Bundy el transporte de las víctimas. 9. El “Torete”. Citroën “Tiburón” (1977). En la película "Perros callejeros" protagonizada por Ángel Fernández Torres, alias "el Torete". Entre las "actividades" de estos jóvenes delincuentes estaba el robo de coches y en esta el gran protagonista es un Citroën ID 19, más conocido como DS, y bautizado en España como "Tiburón". Un coche que era rápido y potente para huir de la policía… y además “molaba mazo” en los suburbios de las granades ciudades. 10. El “Vaquilla”. Seat 124 D (1985). Al comenzar hemos dicho “Desde Al Capone al Vaquilla”. Y lo vamos a cumplir. Porque terminamos con Juan José Moreno Cuenca, conocido como "el Vaquilla". Y para no variar, también tenemos una gran persecución de coches en la película, protagonizada por un Seat 124 D y un Land Rover Santana, otro vehículo mítico en aquellos años. También “hecho mano” de su Seat 124 Sport Coupé. Conclusión. Lo hemos dicho cuando hablábamos de Al Capone: “Era un delincuente, pero no era tonto”. Pues en general esa es la conclusión: Estos delincuentes y a todos en general, les gusta lo bueno.

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