DIA 107 - Jesús y La Mujer Adúltera

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - A podcast by Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo Jueces 11 y 12, Juan 8:1-30 y el Salmo 71:13-24. Jefté era hijo de una prostituta y fue rechazado por su familia, pero cuando Israel se encontró en crisis, lo buscaron para que los guiara en batalla. Jefté acepta, pero antes de pelear, hace un voto imprudente: promete sacrificar lo primero que salga a recibirlo si gana la batalla. Gana… y su única hija sale a su encuentro.Lo que pudo haber sido una historia solo de redención, termina también como una advertencia sobre el peligro de hablar sin sabiduría espiritual.En medio de esa historia, vemos una gran verdad: Dios puede usar a personas con pasados difíciles, pero también espera que actuemos con discernimiento. En Jueces 11:29, dice:“Entonces el Espíritu del Señor vino sobre Jefté” (NTV).Y más adelante, en Jueces 12, vemos que incluso después de la victoria, los conflictos internos entre las tribus continúan, revelando que la unidad en el pueblo de Dios es algo que debe cuidarse intencionalmente.Reflexiona: ¿Has sido rechazado o subestimado? Dios puede usarte.En Juan 8, los fariseos traen a una mujer sorprendida en adulterio para poner a prueba a Jesús. La ley decía que debía morir apedreada. Pero Jesús responde con sabiduría y gracia. En Juan 8:7, dice:“El que nunca haya pecado, que tire la primera piedra” (NTV).Uno a uno, los acusadores se retiran. Jesús, el único sin pecado, no la condena. En verso 11, le dice:“Yo tampoco te condeno. Vete y no peques más.”Este pasaje muestra cómo Jesús combina misericordia con verdad. No minimiza el pecado, pero tampoco destruye al pecador.Luego, en medio de un tenso debate con los líderes religiosos, Jesús declara en Juan 8:12:“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”Y en el verso 30, dice:“Muchos creyeron en Él mientras hablaba”.Reflexiona: ¿Estás viviendo bajo la luz de Jesús o escondiéndote en las sombras de tu pasado? ¿Eres más como los que acusan… o como el que extiende gracia y llama al arrepentimiento?El Salmo 71 cierra con una nota de confianza y alabanza desde una vida larga y llena de pruebas. El salmista pide que sus enemigos sean avergonzados, pero lo más importante es su enfoque: alabar a Dios hasta su último día.En verso 18, ora:“Ahora que estoy viejo y canoso, oh Dios, no me abandones. Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación” (NTV).Y en el verso 22, declara:“Entonces te alabaré con el arpa, oh Dios mío; cantaré tus alabanzas, oh Santo de Israel.”Esto nos recuerda que la vejez no es el fin del llamado, sino una plataforma desde la cual inspirar a otros con fidelidad, testimonio y alabanza.Te animo a que uses tu historia para inspirar a la siguiente generación. A que continues con fuerza viviendo una vida que alaba a Dios en todo momento.

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