DIA 51 - Ama a tu prójimo como a ti mismo
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - A podcast by Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Levítico 19-20, Marcos 10:1-31 y el Salmo 37:22-30. En Levítico 19 y 20, Dios llama a Su pueblo a vivir en santidad, no solo en la adoración, sino en su vida cotidiana. En Levítico 19:2, Dios dice: "Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo"(Levítico 19:2, NTV). La santidad no es solo un concepto espiritual, sino una forma de vida que se refleja en la justicia, la honestidad, la compasión y la pureza.Este capítulo abarca mandamientos que nos enseñan a amar al prójimo, respetar a los padres, ser justos en los negocios y ayudar a los necesitados. En el versículo 18, Dios nos da un mandato fundamental: "Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor"(Levítico 19:18, NTV). Jesús más adelante reafirmaría este mandamiento como el segundo más importante después de amar a Dios con todo nuestro ser.En Levítico 20, Dios advierte contra la idolatría y el pecado sexual, mostrando que la obediencia trae vida, pero la desobediencia lleva a la muerte. En el versículo 7, dice: "Así que conságrense y manténganse santos, porque yo soy el Señor su Dios"(Levítico 20:7, NTV). La santidad es una elección diaria y un reflejo de nuestra relación con Dios.Reflexiona: ¿Estás viviendo una vida que refleje la santidad de Dios en cada área, no solo en la adoración, sino en la manera en que tratas a los demás?En Marcos 10:1-31, Jesús enseña sobre el matrimonio, el Reino de Dios y el costo del discipulado. Primero, los fariseos le preguntan sobre el divorcio, y Jesús responde llevándolos al diseño original de Dios: "Desde el principio de la creación, Dios los hizo hombre y mujer"(Marcos 10:6, NTV). Jesús enfatiza que el matrimonio es un pacto sagrado, no solo un contrato humano.Luego, Jesús bendice a los niños y declara: "El reino de Dios pertenece a los que son como estos niños"(Marcos 10:14, NTV). Un corazón humilde, confiado y dependiente es clave para entrar en el Reino de Dios.Después, un hombre rico se acerca a Jesús y le pregunta qué debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús le dice: "Anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme"(Marcos 10:21, NTV). El hombre se va triste porque tenía muchas riquezas. Jesús no está diciendo que la riqueza es mala en sí misma, sino que nada debe ocupar el lugar que solo Dios merece en nuestro corazón.En el versículo 27, Jesús declara: "Para los seres humanos es imposible, pero no para Dios. Todo es posible para Dios"(Marcos 10:27, NTV). La salvación no es por esfuerzo humano, sino por la gracia y el poder de Dios.Reflexiona: ¿Hay algo en tu vida que está ocupando el lugar de Dios? ¿Estás dispuesto a rendirlo todo para seguirle?En Salmo 37:22-30, David nos recuerda que Dios sostiene y bendice a los justos. En el versículo 23, dice: "El Señor dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida"(Salmo 37:23, NTV). Dios no solo nos guía, sino que se preocupa por cada aspecto de nuestra vida.