DIA 92 - Toma de Jericó

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - A podcast by Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo Josué 5 y 6, Lucas 20 y el Salmo 63. En Josué 5, antes de entrar en la batalla, Dios le pide al pueblo que se consagre. Celebran la Pascua, dejan de comer maná y comen del fruto de la tierra. Y entonces, Josué tiene un encuentro con el comandante del ejército del Señor, quien le recuerda que la batalla es de Dios.En Josué 6, llega el momento de enfrentar Jericó, una ciudad amurallada e inexpugnable. Pero Dios no da una estrategia militar. Da una instrucción que parece absurda: marchar una vez al día durante seis días, y el séptimo día, siete veces, y luego gritar. En Josué 6:20, dice:"Cuando el pueblo oyó el sonido de los cuernos de carnero, gritó con todas sus fuerzas. De repente, los muros de Jericó se derrumbaron y el pueblo fue directo al ataque y tomó la ciudad" (NTV).La enseñanza es clara: cuando obedeces la voz de Dios, aunque no entiendas, Él derriba lo que parecía imposible.Reflexiona: ¿Estás obedeciendo aunque no tenga sentido? ¿Estás dispuesto a seguir el plan de Dios, aunque no encaje con tu lógica?En Lucas 20, Jesús enfrenta a líderes religiosos que intentan atraparlo con preguntas difíciles. Le preguntan con qué autoridad hace lo que hace, y Él responde con sabiduría divina. Luego, cuenta la parábola de los labradores malvados, donde revela que aunque muchos rechacen al Hijo, Dios lo ha establecido como la piedra angular.En Lucas 20:17, Jesús dice:"La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal" (NTV).Más adelante, le preguntan si es correcto pagar impuestos a César. Jesús responde con gran sabiduría:"Den al César lo que pertenece al César, y den a Dios lo que pertenece a Dios" (Lucas 20:25, NTV).Jesús no solo enseña, Él confronta corazones con verdad, con gracia y con autoridad.Reflexiona: ¿Estás reconociendo la autoridad de Jesús en tu vida? ¿Estás viviendo con sabiduría y claridad frente a las preguntas y presiones del mundo?En Salmo 63, David escribe desde el desierto, pero su corazón está lleno de hambre y deseo por Dios. En Salmo 63:1, dice:"Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua" (NTV).Aunque está físicamente en un lugar seco, su espíritu está más sediento de Dios que de agua.Y más adelante, en el verso 3, David declara:"Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡cuánto te alabo!" (NTV).

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