Evangelio del Jueves 16 de Enero. Marcos 1,40-45

Lectura Diaria del Santo Evangelio y su Meditación - A podcast by Rosario de la Aurora

Mc 1,40-45.Se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: "Si quieres, puedes purificarme".Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado".En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente:"No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio".Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.

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