39 - OldBoy -Chan-Wook Park - La Gran Evasión.

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Edición número 39 de La Gran Evasión, 2/6/2015. OldBoy, la obra capital que Chan-Wook Park realizó en 2003. Cine visceral, potente, para esta noche de luna llena, no por lo que representa, sino por las abismos del corazón humano que explora y deja al descubierto....en fin la tragedia griega en definitiva, ni más.....ni nada menos.... ¿No han de sufrir cosas terribles los que acometieron actos terribles?. Orestes. Eurípides. Desde ese vibrante comienzo donde el protagonista sostiene a un personaje de la corbata para impedir que se suicide (y poder contarle su historia), ‘Old Boy’ te atrapa, llama tu atención para hundirte en una historia de venganza pero llena de matices y tonos elegíacos en cada fotógrama. Park Chan-Wook desprende sutileza para narrar mucho en pocas imágenes, rompe los esquemas en ‘Oldboy’, te deja aturdido y con deseos de saber más, es intrigante, repleto de muchos ¿por qué?, los espectadores, pronto conocemos al “héroe” de la historia, después de la intensa presentación vemos a Daesu encaminarse a cumplir su propósito, ése que ha germinado dentro de él durante 15 largos años, una terrible y sangrienta venganza. Decir que Oldboy es el segundo de los tres títulos que componen la ‘Trilogía de la Venganza’ de Park Chan-Wook, ‘Sympathy for Mr. Vengeance’ y ‘Sympathy for Lady Vengeance’. De la venganza y del secuestro, podríamos añadir, aunque lo segundo es más bien el oportuno macguffin para contarnos otras cosas. Una trilogía compuesta por tres películas que no guardan relación argumental entre sí, pero donde sus protagonistas se mueven por ese deseo tan humano como trágico de la venganza, hay un acercamiento del espectador hacia el personaje, al que comprende y a veces incluso justifica. Daesu se llega a proclamar como una bestia en un momento de la película, algo a lo que nosotros hemos llegado ya mucho antes, desde un sentimiento de comprensión, incluso, de identificación. La violencia se muestra así, como algo inherente al ser humano, que si no controlas (nos acordamos aquí del maestro Peckinpah), te puede llevar a la más absoluta destrucción, tanto externa como interna. Todos podemos ser esa bestia en la que se transforma Daesu. la película es una especie de puzzle donde hasta que no pongas las piezas importantes en su sitio, no vas a comprender el conjunto, acompasados al ritmo de una banda sonora espectacular del genial Young-wuk Cho. Una mención a los actores principales, Choi Min-sik, que interpreta a Oh Daesu, el protagonista de la historia, impecable, sufrió un duro entrenamiento para ponerse en la piel de Daesu, un personaje que necesitaba de una transformación física creíble para el desarrollo de la trama, algo que logra a la perfección Min-sik. Yoo Ji-tae es el rival, el cerebro detrás del secuestro del protagonista y de toda la operación, con final insospechado (para Daesu y para el espectador). El actor está espléndido interpretando a Woo-jin, aportando una presencia inquietante para un personaje diabólico. Woo-jin es malvado, divertido, brillante y esconde mucho más de lo que parece a primera vista, te arrasa su decisión final, tal vez él sea el verdugo pero porque primero fue víctima, como le ocurre a Daesu, como nos ocurre a todos. Sin olvidar a la preciosa Gang Hye-jung, en el papel de Mido, el objeto de deseo de Daesu tras su liberación, que, al igual que Woo-jin, guarda más de un inesperado secreto que se van desvelando conforme avanza el metraje. OldBoy es una fascinante mezcla de violentas reacciones humanas y preciosa factura técnica, un thriller magistral que bebe de la tragedia griega para componer una retorcida historia de venganza y redención. Proporciona imágenes bellas a las cosas más terribles. Bonus Track: La maravillosa pieza The searchers después del tema de Woo Jin, Cries and Whispers. A la dirección José Miguel Moreno, contertulios Miguel Asuero, Lázaro Díaz, Gervi Navío y buscando desesperadamente un restaurante coreano con unas empanadillas de característico sabor...Raúl Gallego. Para el próximo programa analizaremos La Gran Belleza de Paolo Sorrentino.

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